En 1940, se inauguran las nuevas instalaciones junto a la carretera que une Puente Genil con la población de Aguilar de la Frontera. Son bautizadas con el nombre de Lagar de San Antonio y se destinan a la elaboración y crianza de los vinos. El Lagar, nombre con el que se las conoce, viene a complementar las de Puente Genil, insuficientes ya para acoger la gran actividad de la bodega.
Desde entonces la bodega ha continuado con su labor, marcada siempre por un objetivo: la calidad de sus vinos. En la actualidad, y ya con el nombre de Bodegas Delgado S.L. desde 1997, la cuarta generación de los Delgado se encuentra al frente de la misma. Si algo define a la bodega es el mantenimiento de las raíces tradicionales en la elaboración de sus caldos, tratando siempre de que la incorporación de técnicas modernas sea siempre una ayuda, pero sin repercutir en su calidad.